Ayudando a salvar el planeta en las playas de Cartagena

La ciudad amurallada

Henos de nuevo con el blog, no los he olvidado!! Pero sabrán comprender que esto de salvar el planeta insume su tiempo. Respondiendo a las inquietudes de mi amiga trasandina Paulina, ha sido sin capa ni botas. Me hubiera encantado el disfraz de Mujer Maravilla, pero las botas (blancas, rojas o doradas) con los 38 grados, no daba!! Antes de irme de tema, aquí va el recuento de nuestro viaje a Cartagena.

La empresa organizó un concurso entre los empleados llamado "Todos por el Agua". Había que escribir consejos para ayudar a preservar este bien preciado y el ganador se llevaba dos pasajes a Cartagena con la condición de ir el domingo a limpiar las playas.

El Mar Caribe a través de la muralla

Increíblemente ganamos (bueno, salimos segundos, pero el premio era el mismo, cheeee), así que nos fuimos para Cartagena.
El viaje no fue de lo mas placentero. Desde el momento que subimos al avión, un niño de aproximadamente 10 años se dedicó a des-entonar y destrozar la canción "Colgado en tus manos". Pueden imaginar lo que es durante 20 minutos antes de despegar escuchar sin cesar "Te escribo poemas de mi puño y letra, te escribo canciones en 440"? Y como parece que era la única parte que sabia, volvía a empezar. La azafata estaba en medio de su demostración de las salidas de emergencia y se escuchaba de fondo al pequeño monstruo!! Eran solo las 8 AM y yo estaba como Marta Sánchez, DESESPERADA!! Parece que en algún momento se durmió u otro pasajero mas harto que nosotros lo golpeo y hubo silencio. Sin embargo, en el momento del aterrizaje, que canción nos dio la bienvenida a la ciudad? Siiii, adivinaron! Creo que nunca mas podré escuchar ese tema sin acordarme de los agudos del chiquito.

La Pollera Colorada

Volviendo al relato, llegamos a Cartagena, dejamos el equipaje en el hotel y salimos raudos a recorrer la ciudad amurallada. Que les puedo contar? Es como hacer un viaje en el tiempo a la época colonial. En cualquier momento esperaba cruzarme por sus calles adoquinadas con un personaje de García Márquez. Uno no sabe si buscar el mar Caribe a lo lejos a través de las murallas o si mejor detener la vista en los balcones con coloridas flores.

Luego de esta descripción tan poética, tengo que confesarles que el marco de esta visita era un calor agobiante. No se olviden que nosotros veníamos de la "nevera" de Colombia como cariñosamente se conoce a Bogota. Así que antes de derretirnos, decidimos que necesitábamos con urgencia una cachucha. Epaaa, no se asusten!! Aquí le llaman así a los gorros y en ese momento junto con el agua, constituía un articulo de primera necesidad. Podríamos decir que una cachucha nueva nos salvo la vida.

Todos por el Agua

El domingo nos tocó ir a cumplir con nuestro deber ecológico y misión del viaje. Teniendo como única arma para salvar el planeta un par de guantes y una bolsa de yute (estaba como bochornoso para la capa), nos dedicamos a juntar suciedad en las costas. Fue una muy linda iniciativa en la cual participaron miles de voluntarios. Se estima que sumando las diferentes ciudades colombianas donde hubo recolección, se sumaron 18 toneladas de desperdicios. Un llamado de atención para todos nosotros.

Terminado nuestro fin de semana y felices de haber conocido la ciudad heroica, nos regresamos a Bogota. Afortunadamente esta vez el viaje fue en silencio.