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miércoles, 13 de octubre de 2010

La mujer colombiana

A pedido del público, me toca esta vez contar un poco más sobre los usos y costumbres locales. Así que por esta vez, voy a dejar de lado mis desventuras en el país para hablarles de uno de sus símbolos: la mujer.

La representante del género femenino colombiano es bastante diferente de su par argentino. Hache las mujeres son muuuuuuuy coquetas y están súper pendientes de su aspecto. No quiero decir que mis coterráneas sean unas zaparrastrosas, pero comparadas con las de acá estaría faltando un poco de "production". Voy a ir por partes para ser mas clara.

VESTIMENTA Y CALZADO

Admito desde mi humilde desconocimiento que me esperaba encontrar pura réplica de Catalina, la protagonista de "Sin senos no hay paraíso". Esa que siempre andaba con sus vestiditos floreados de poca tela. Para empezar, eso en Bogotá sería imposible dado que con el frío que hace, la pobre ya se hubiera muerto de una pulmonía hace rato.

Lo que se ve es mucho trajecito durante el día y Jean para la noche. Pero atención, nada de Jean lavadito. Nooooooo!! El jean tiene tachas, strass, dibujos y bordados (o todo junto en ese orden). Quise comprarme uno clásico y no pude. El más sencillito que encontré le cruzaba un cierre por la cintura. La vendedora con tal de vendérmelo me dice, ay pero igual se tapa con la blusa... A ver querida, no entendiste. Quiero un jean NORMAL!!!!

Otro tema es el escote. En estos pagos no distingue ni luna ni sol, ni oficina ni bar. Se ve a toda hora y todo lugar. Será que lo pagaron y están amortizando la inversión? Los muchachos agradecidos.

Este es el país de las botas. Las hay largas, cortas, a la rodilla, al talón, de cuero, gamuza y cualquier modelo que puedan imaginar. Para el clima de Bogotá son el calzado ideal, pero ya cuando las vi en Medellín con 31 grados, me pareció un poco too much.

La gente aquí usa mucho taco alto, digamos que soy la única que va al supermercado en zapatillas (creo que también debo ser la única que va caminando). He visto mujeres con taco aguja chapoteando entre el barro y la lluvia, haciendo equilibrio para no matarse. Una mañana antes de tomar un vuelo a Panamá se me acercó una chica en la sala de espera del aeropuerto y me pidió si tenía una curita (band-aid). Preocupada le pregunté si se había lastimado. Su respuesta: "son estas sandalias que me han sacado ampollas". Cuando vi para abajo, tenía las sandalias de tiritas, esas que se clavan en la carne y te inflaman el empeine con un taco de 7 cm por lo menos. Eran las 5 am y hacía un fríoooo, que necesidad?


PELUQUERIA Y MAQUILLAJE


Es cierto que al ser el clima tan seco, el pelo te queda espectacular sin demasiado esfuerzo. De todos modos, me llamaba la atención ver a las mujeres por la calle con el cabello impecable, lacio arriba, puntas para arriba abajo, sin un rulo fuera de lugar. Ya les conté en una entrada anterior que las peluquerías aquí son muy baratas y abren bien temprano. Entonces las chicas se van a peinar a las 6 am, a hacer las manos y pies y llegan impecables al trabajo.

Rubias y pelirrojas hay muy pocas. La mayor parte tiene el pelo negro y lacio, a lo sumo un castaño caoba. Aqui a las blondas las llaman "monitas". La primera vez que uno en la calle me llamó así, casi me doy vuelta y le respondo, más mono serás vos!

El maquillaje está presente a toda hora y en todo lugar. Para darles un ejemplo, mi profesora de gimnasia hoy tenía puesto un conjunto deportivo rosa y negro que le hacía juego con su sombra rosada.

DEPILACION (hombres abstenerse)


Dejé lo peor para el final. Yo estoy acostumbrada al sistema argentino que te pasan la cera caliente, te abanican un poco, te dicen "respire hondo" y paf! la misma chica con las manos te levanta la capita de cera ya dura a contrapelo. Reconozco que no es lo más higiénico porque la cera se cuela y reutiliza, pero la verdad sea dicha, nunca me he encontrado con pelo ajeno. O será que uno ya está acostumbrado y no mira... En todo caso aquí el método es diferente. En mi ingenuidad, vi que decía en el cartel, "Depilación con cera" y entré. Cuan diferente podía ser? Y como decía la profesora de fama, me tocó aprenderlo con dolor. Primero te pasan una capita chiquiiiita de cera con la textura de un caramelito pegajoso y después, con unos lienzos del tamaño de una mano empiezan a levantar. Ayyy, es terrible!!! Parecería que el caramelito ese no se quiere despegar, y para peor, si tus piernas son largas da la impresión que es la tortura sin fin. Cuando le pregunté a la depiladora si siempre duele tanto me respondió "ya te vas a acostumbrar"... Lo dudo, dentro de mi lista de cosas que quiero hacer cuando vaya a Argentina, en el top ten está "depilarme" a la antigua.

Como dicen, la moda no incomoda . Así que señoras, a seguir la receta: Agua y ajo. A aguantarse los tacos y a joderse la mañana en la peluquería! Ser coqueta tiene un precio, jeje

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